20170717

Tender tebeos al Sol

Data Estel·lar fumesquener Dilluns 20170717

Algunos me habrán leído decir el problema de la humedad.

Pues estuve haciendo una gran limpieza, libro a libro, tebeo a tebeo, etcétera a etcétera, con trapo, alcohol de limpieza o de quemar (es lo mismo)

Así llegué hasta los espacios más delicados, donde sabía que seguro habría peste a humedad: estantes inferiores con puerta de armario... lo peor es que es el espacio que uno pensaba que era el sitio mejor para conservar los libros más delicados... Error durísimo del que nadie me ha avisado.

Más aún: aparentemente soy el único conciezado con ese problema.

Varios libros se pasaron días en el exterior.

Unos pocos han sido objeto de un experimento porque pesan poco y no se caeran del tendedero:

  Muchas horas de Sol. Calor: que sirva para algo.

Para que fuera bien, creo que lo ideal sería pasar una a una cada página pero la verdad es que es complicado hacerlo y que no se rompan, aparte de que es pesad hacerlo, cosa que sé porque ya hice pruebas con unos FueraBordas comprados de décima mano. Son demasiados días, incluso si se opta por pasar dos páginas diarias. Y que se supone que el tendedero se necesita para la ropa.

Llevan como dos días tendidos.

Tras haber olido algunas de las páginas que están abiertas, parece que han perdido el olor a humedad. Las otras lo mantienen pero no sé si igual o menos.

En esos dos días que están con las pinzas, han caído 3 o 4 libros por el peso y por el movimiento para ver si siguiendo el Sol se podía hacer. Ay, menos mal que inventaron domingos sin trabajo.

Hubiera faltado viento de ese que hace mover la hojas.

También me he planteado usar el secador de pelo, siempre que se pudiera utilizar en el mismo lapso de tiempo que para secar el cabello de alguien: un tiempo no excesivo para la máquina. No tengo clara su utilidad

Para los lectores queda el pasatiempo de: ¿qué títulos, libros, tebeos, colecciones están tendidas en el tendedero?

Resultado final: el olor ha remitido considerablemente, sobretodo en la página que está al aire. El interior también ha perdido olor de humedad. Es posible que no todos olieran mal pero era mejor optar por la prudencia y, una vez en la vida... venga, un refrán que rime, ya... Unos tres volúmenes sí que olían bastante, puede que fueran los más gruesos o los que estaban más situados para captar humedad. No era por el tipo de papel, porque otros de su misma colección y papel no olían, salvo uno que sí era distinto. He optado por ponerlo encima del capó del coche cuyo motor hacía poco que se había parado. A ver qué pasa. Por ahora no arden ni sale humo. Tengo otros pocos puestos abiertos al sol. Es más peliagudo porque son de muchas páginas. El caso es que sí ha remitido la pesturria a humedad, que no es mayor que la de cosas que venden en el Mercadillo de Sant Antoni pero que igualmente me molesta.

En resumen: según mi experimento maginotécnico ES POSIBLE REDUCIR CASI POR COMPLETO LA PESTE A HUMEDAD.

1 comentari:

Anònim ha dit...

¡Ímprobo trabajo!.Pues vaya problemón con tantas publicaciones como tienes...
carlos