20151027

Bruguera anuncia a la Familia Telerín

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En una revista Pulgarcito 171, con fecha 19641123, nos encontramos con este anuncio de la entonces famosa Familia Telerín

No hay que presentarlos: son los que cantaban "vamos a la cama, que hay que descansar pa-aaara que mañana podamos madrugar". 

Maldita la gracia del madrugón. 

La Familia Telerín eran unos dibujos animados, entiendo que siempre los mismos, para que los niños se fueran a dormir a cierta hora de la noche; no creo que fuera más allá de las 20h30'-21h, antes del Telediario vespertino, en TVE.

Los dibujos animados fueron confeccionados por los también famosos Estudios Moro. No se indica la autoría de los dibujos de ese anuncio ni sabemos el de las historietas, que tampoco tengo vistas.

Por lo visto, Bruguera sacó unos libros. El anuncio indica que estaban en preparación "historietas", y sabemos que en alguna cabecera, tipo Din Dan primera época, se publicaron páginas de ese tpo.

"Pedídselos a los Reyes": por tanto están en campaña de regalos de Navidad. No es para menos porque el precio es caro: "P.V: 30 Pts".

No sé quién fue el bobo que inventó lo de que los tebeos eran el cine de los pobres. Lo serían insertados en un diario estadounidense pero no como producto suelto. Hay cosas más caras pero conviene comparar con bienes de consumo más necesarios o con sueldos, salarios y paridad de compra. Una revista de 20 páginas podía vales 5pts cuando las 16 páginas de esos cuentos de Telerín son de 30 pts. 

Es preciso siempre contextualizar económica y socialógicamente los tebeos y sus productos derivados.

Se señala expresamente que: "portadas plastificadas": es una innovación e indican que es un producto más resistente de lo habitual, dado que es para niños muy pequeños. Tardaron al menos 20 o 30 años el resto de editoriales (y en Bruguera no tuvo continuidad) en sacar a mansalva productos de ese tipo, con páginas reforzadas, de cartón duro, tapas que se pudieran mojar, etc, etc. Acérquese al apartado infantil de una librería tipo Abacus y alucinaráx.
Curiosamente, o igual por estar junto a esos personajes tan seguidos por la infancia, en la página contigua hay una sección infantil-preescolar, que debió de ser la primera en la Editorial Bruguera, por no decir en todas. Son pasatiempos sencillos, o no tanto, como los que décadas después editoriales, webs y escuelas de infantil y primaria dan como fichas a su alumnado. 

Si me apetece, ya insertaré la página, cuyo aspecto le sonará al que recuerde las páginas de pasatiempos de la revista Pulgarcito de 1981-1984 o la Tio Vivo de 1986.

Estamos en 1964, y este anuncio es una evidencia de cómo Bruguera comienza a zamparse todo lo que pilla, en una tendencia al monopolio que, en fin, no voy a decir que sea positiva en general pero que ya avanzaba Karl Marx en el siglo XIX y que además aumentó en otros grupos multimedia a partir de los años 1990-2000, es decir, cuando el gato negro estaba olvidado... Se puede aprender bastante de economía de la empresa escudriando la Editorial Bruguera.