20141027

Escobar, Maestro


Data Estel·lar rezapateta Dissabte 20141018

 
Lo que te encontraràs aquí nos ha costado 3 años de pensar si ponerlo o no. Son imágenes escaneadas que una persona nos envió, relacionadas con ella y con el dibujante de Zipi i Zape

NADA DE ESTO APARECE EN EL LIBRO EL MUNDO DE ESCOBAR, publicado por Ediciones B-Grupo Zeta. Dudo mucho que aparezca en el original de Soldevilla, El pare de Carpanta i Zipi y Zape, de Pagès Editors. Si algun día encuentro este último libro, ya lo confirmaré..

No nos gusta poner nombres propios. Los de los autores, al fin y al cabo, son gente público, y su nombre es como una marca que ayuda a hacer aún más conocida su obra. Sabemos que la mitad de la población del planeta Tierra decidió ceder sus datos personales a una empresa privada, o a más de una, y que la Generalitat, para no ser menos que el Estado ni que las grandes empresas privatizadas (Telefónica, Endesa, etc.) o estratégicas (Gas Natural, etc.) mercadean con nuestros datos priados. La política de la maginoteca es la de la protección de datos personales al máximo, excepto si alguien nos comunica expresamente lo contrario.
Ya habíamos oído alguna vez una anécdota de este estilo: alguien buscaba el nombre o apellidos de gente conocida con un listín de teléfonos, yi eso pasó r un día que estábamos aburridos en casa de la tita. Cuando este conocido es un dibujante de los tebeos que tanto te gustan i localizar el teléfono o la dirección y piensas que dibujas bien y le envías una carta de agradecimietno por aquellas historietas que tanto te hacen reír y unos dibujos tuyos, no parece que la carta pueda llegar o que vaya a quedar olvidada. La idea escéptica es que los dibujantes, los cantantes, etc, o tienen mucho trabajo y muchas cartas y comunicaciones varias de los fans, o pasan de ellos una vez que llegan a su casita
A la inversa habíamos podido leer con frecuencia la anécdota en sentido opuesto: Escobar explicando que habiá lectores que enviaban alimentos a Carpanta, para que el pobre hambriento se los pudiera comer. Y Escobar añadía que se los comía él, que quizás  les enviaba una carta de agradecimento o que quizás hacía alguna mención en las historietas. Incluso hizo que Carpanta pidiera alguna exquisitez (chorizo de Cantimpalo, botifarra de Vic) pero que, reía, en eso no le hacián caso.
Los tiempos de Internet no han cambiado tanto las cosas, y los dibujantes y otras persojnalidades siguen estando bastante alejados de los consumidores, pese a los twitters (si les queréis decir “piulades”, os inventáis un software y no pilléis una marca registrada para traducirlo sin derechos comerciales para hacerlo). Sin embargo, si añadimos la mayor facilidad de comunicación, el hecho objetivo de unos mercados que se comprimen, esmirriados, y una campaña de cámaras de comercio y cursos de marketing o mercadotecnica (¿ves?, esta palabra sí que se puede traducir la mar de bien y no lo queréis hacer) sí que han conducido a autores de nuevas generaciones a contactar con unos lectores con los cuales comparten gustos, que pueden financiarles sus proyectos vía microdonaciones, y que, además, se convierten en lectores un tanto cautivos. Pese a todo, no son amigos tuyos: que es un negocio, y que igual su carácter es el de no levantar la vista para no perderse en la vorágine de las miradas de una firma salonera.
Por lo tanto, tenemos un lector que en los añs 80 envió una carta a Escobar

Uno piensa que la carta la envió en la época Bruguera pero está fechada en 1988, época Ediciones B-Grupo Zeta, cosa que resulta aún más interesante, porque nos sugiere que el autor sí que participaba de les historietas, aunque a veces parezca que toda la etapa d'Ediciones B sea apócrifa. 

Si veis los dibujos, son de bastante mejor calidad que los que hemos sufridos en los 200 números de revistas de la familia Zipi y Zape de Ediciones B-Grupo Zeta. Esto hace sospechar alguna cosa: en 1988, Escobar NO dibujaba tan mal com aquellos coleccionesOlé nos hacen creer, pero tampoco había evolucionado hacia un mayor expressionismo.

Dudas y dudas: igual sólo hacía esbozos, igual sólo hacía el lápiz, igual la tinta la hacía el equipo de negro de Ediciones B, igual aún no podía tocar Zipi y Zape, a pesar de haber pactado su firma con la editorial y el cobro incipiente de derechos de autor, y eso no sería incongruente con artículos que mencionaban que los personajes no los dibujaba él. Tengamos en cuenta  que en la revista Guai!,  su serie Terre&Moto, fue casi la primera en desaparecer, y é fue el primero de los dibujantes históricos (Ibáñez, Raf, Segura...) que abandonó el proyecto de publicación d'Ediciones Junior s.a.-Grupo Editorial Grijalbo. Nunca hemos sabido las causas. Dudo que fuera por la poca aceptación de los personajes, y no era ni mucho menos peor que muchas páginas, guiones y escenas de 7, Rebolling Street o de Chicha, Tato y Clodoveo o de Mirlowe&Violeta. La cantidad de tercios de páginas con la misma imagen de la fachana con la ventana… y Raf cobrava por eso, entiendo.

Se trata de un dibujo continuista de la época de Bruguera. Con proporciones muy parecidas. 

Pongo énfasis en eso porque lo primero que pierden los personajes de manera muy evidente en Ediciones B-Grupo Zeta es la proporción, muy claramente pasa con Don Pantuflo y Don Minervo. A Terre&Moto eso aún està bajo un cierto control.

Por tanto, sospecho que, si Escobar salió de Grijalbo fue para conseguir recupera sus personajes de manos del Grupo Zeta, a base de entrar en su plantilla. No es, únicamente, sentimentalismo, sino dinero, guita, derechos de autor de 40 años de ser uno de los dos o tres mejores fabricantes de éxitos comerciales para Editorial Bruguera.

Justamente, Escobar explica que hay que ser cuidadoso con las proporciones. 

Escobar, Maestro. 

Habíamos escuchado que si Escobar era dibujante, ninotaire, que había hecho dibujos animados, que había inventado juegos y juguetes, como los bolos que también tenían dados, como el Cine-Skob, que había creado cursos de dibujo humorístico, QUE ALGUIEN DEBERÍA REEDITAR, o que algunOs tendrían que de piratear por Internet. Que en estos cursos, que él cobraba, corregía a los dibujantes. Que uno de estos fue el gran Jaume Rovira, el de Los Cinco Amiguetes, Segis y Olivio Traperos de Alivio (¡Oliviooooooooo!) y Obseso Pisafondo. Yo pruebo, pero que no es obligatorio: si no queréis, no los reeditéis, ¿eh?


Así que Escobar  respondió al chico:





Tenía un sello con sus señas postales. Ya me va bien que no se distingan bien. Seguramente sería de algún despacho sólo para trabajar o recibir correspondencia, de ser cierto que vivía cerca de la localidad de Granollers y no en la de Barcelona. 

Importante dato histórico: el código postal escrito a mano, porque no existía o no era obligatorio o no se usaba hasta finales de los 80. Durante los años 90 y 00, Correus (desde el triste Aznarato 1996-2003, que tanto daño nos continúa haciendo le llaman Correos, marca registrada sin traducción posible, , porque lo tienen privatizado casi del todo  y, cuidado los de las piulades: que no traducen los nombres de empresas comerciales), Correos insiste mucho con el tema del Código Postal. [este párrafo tenía más sentido en el original en catalán: correo (castellano) es “correu” (català) y el organismo Correos es Correus, y lo fue siendo público, acabando esa etapa  con su conversión en sociedad anónima]

He aquí la carta: 

 


Parece interesante que escribiera en mayúsculas. 

La fecha es sábado 19880618, sábado y 18, como cuando escribimos este mensaje un 20141018. Todo casual, o no.

Seguramente la carta original, hoy perdida, era de mucho antes, igual casi un año antes. 

Escobar, con todos los frentes que tenía entonces abiertos, se disculpa: : "vaig escopetejat" ("voy escopeteado"), que es una expresión que sólo usamos cuatro gatos. 

También vale la pena destacar el hecho de que escribe en catalán. 

"La historieta que m'has enviat és bona d'idea".  “La historieta que me has enviado es buena de idea”.

Añade que "no puc dir el mateix del dibuix". “No puedo decir lo mismo del dibujo”.

Le dic que, para hacerse profesional tal vez necesitaría inscribirse en un curso de CEAC. Por tanto, estos cursos servían de alguna cosa, aunque no son tampoco una gran maravilla, y lo dice con una frase hecha: "no són oli en un llum". Su mejor traducción no sería la siguiente: “no son llegar y besar el santo”. Literalmente: “son aceite en una lámpara, de cuando las lámparas eran de aceite.
Me gustaría saber cuanta gente hizo cursos de CEAC y cuantos de ellos encontraron trabajo relacionado con el curso. Igual con CCC. De manera escéptica, si de poco sirven los cursos presenciales... también es cierto que los años 60-80 la formación tenia un cierto valor en el mercado laboral, cosa que  cayó a la nada a lo largo de los años 90, a partir de los cuales la formación es un valor negativo que sirve para descartar candidatos, no para contratarlos. Descartarlos porque no tengan el perfil formativo, porque no lleguen al nivel o porque lo sobrepasen.

En concreto, que alguien profesional dijera en 1988, ya ser Bruguera, y con la crisis de las revistas de adultos, que tomara un curso paa hacerse profesionar, parece chocante con la realidad, siempre teniendo en cuenta, repito, que él sí era profesional, y estaba viviendo los cambios del mundo de la historieta. 

¿Cuántos  ninotaires nuevos entraban en Ediciones B o en Cavall Fort? Entre cero y ninguno? 

Aparte de la recomendación, le explica la razón de ser de esta formación:  esbozar, vestuario, trazo, perspectiva.


Curiosidad: parece que escriba "prespectiva" pero fijjáos que no es así, porque todas las "E" las hace como "R".  Podría haber sido un error común que NO ha hechot.

Escribe: "esboçar" y no "esbossar" (esbozar), pero habría que saber quién fue el listillo que decidió poner dos grafías para un mismo sonido (SS, Ç). I más en un vocablo de etimología castellana: "esbozo". A ver, si una "Z" a final de palabra no se convierte en "Ç", ya me dirán ustedes para qué queremos la ce con cedilla (la c trencada).

Escobar parece incitar a una respuesta: "Ja me dirás alguna cosa". 

Puede ser una fórmula de cortesía pero... quién sabe...

Escobar nos deja de nuevo un buen sabor de boca: no necesita responder una carta de no se sabe quién, pero lo hace. 

Además  da consejos, tanto de dibujo como de formación para convertirse en profesional.

Encima, amablemente solicita una comunicación futura.

Ya lo he dicho:
 todo un maestro, Escobar.