20130404

P99: Calixto sonámbulo

Data Estel·lar i+ Dijous 20130404

Ponemos la misma página, con y sin modificación, para que cada cual escoja la que prefiera:


Calixto es uno de esos personajes de Peñarroya de los primerísimos tiempos de la revista Pulgarcito, que sólo hemos conocido gracias a Antoni Guiral en su libro (y nuestro, tras haberlo pagado a tocateja), Cuando los Comics se Llamaban Tebeos (1945-1963). La Escuela Bruguera, publicado en la Colección Magnum por Ediciones El Jueves a mediados de la década de los cerontas. 

De ese libro soy capaz de criticar muchas cosas, desde ciertos textos hasta el montaje indeseable de las secciones, las historietas puestas en pequeño... pero algo que me entusiasmó fue encontrar a montones de personajes desconocidos.

Ya lo vimos en la historieta Heliodoro compra el periódico, publicada en la segunda página contada la tapa del mismo Album Infantil Pulgarcito, o Pulgarcito número 99 (1.20 ptas).

Esta historieta contiene verdades como puños: "el que inventó la cama debía ser un tiote de los gordos". 

Ese "debía ser" es de obligación y no de hipótesis ("debía de ser"), y eso está clarísimo y no admite dudas ni discusiones.

El guión es estrafalario. Parece que ese tipo de historietas como los sonámbulos, etc., ya habrían llegado a un máximo, cosa desconocida para este vuestro seguro bloguero, y que ya en los años 40 se optó por llevarlo a otro nivel, por retorcer y forzar ese tipo de gags. Uno hubiera pensado que en los años 70 u 80 ese tipo de historietas de "otra de sonámbulos, otra de muñecos de los inocentes, otra de morosos" es cuando debería haber generado historietas extrañas, donde el sonámbulo no es aquél al que se intenta no despertar para que no caiga por un terraplén sino que es alguien que ejerce una vida propia.

Numerito: C.E, 614.

La viñeta  15 (contando el título), tiene un punto costumbrista: el de levantarse tan o más cansado que antes de irse a dormir.

La última viñeta tiene un dibujo ¿algo simplificado? Hombre, es que se trata de Peñarroya que luego llegará a cotas de barroquismo inusitado en los años 60: miren la simpleza del sereno o guardia. 

El choque cómico lo efectúa el dar una gran cantidad de dinero con un diminutivo: "24.752 pesetitas", que al cambio serían 148.76€, aproximadamente. Tengamos en cuenta que se trata de pesetas corrientes y no constantes, osea que lo que importa es que eso era una cantidad respetable de dinero, con la cual en los años 40 igual se podía comprar una casa, un terreno o medio barrio.