20120921

Inundaciones 1962

Data Estel·lar som-hi Divendres 20120921

De noche se oía el agua del río como si estuviera en la misma calle de barro. Las calles fueron de barro hasta el verano de 1976: nota  para los nostálgicos del Franquismo y sus grandes obras y desarrollos.

Pero el Ripoll y el Rio Seco (Riu Sec) se encuentran a 3 o 4 kilómetros, y hay que salvar muchas cuestas o calles empinadas.

Al día siguiente, familias enteras muertas o desaparecidas, fabricas destruidas, por supuesto los obreros del turno de noche ahogados, las grandes máquinas textiles imposibles de mover se encontraban más cerca de la Iglesia Románica de Santa María de Barberá que del cañón del Ripoll a su paso por Torre Romeo (Torre-Romeu).


Los inmigrantes que vivían en cuevas perecen. Los ricos se salvan. No es una cuestión de capacidad sino de pelas. Siempre es así, y no hay interés por solucionarlo, como se ha visto con el caso del terremoto de Lorca, donde los inmigrantes, los pobres, los que están en la parte baja de la escala social seguían desalojados más de un año después de que se les prometieran soluciones.


Pasó en Rubí y en Sabadell, en Matadepera y en todo el Vallès. En Sant Quirze del Vallès  (entonces San Quirico) la tragedia sucede en Los Rosales... yendo hacia el Alcampo construido en los años 90.  La zona de mayor industrialización y con mayor atracción de población inmigrada sufría la ineficacia de cinco siglos de abandono del Estado y de 22 años de ineficacia e indecencia franquista-falangista-opusdeísta: la falta de vivienda obligaba a chabolas y cuevas. Los empresarios construían para sus empleados algunos pisos y casas (las Casas del García). Se puede hacer un recorrido urbano sólo por barriadas o bloques construidos por empresarios. Pero eso era insuficiente para absorver la gran cantidad de población. Y el gobierno de Franco que si quieres arroz, Catalina.

Lo que va de 1962 a 2012, 50 años, como ya se hizo notar en los actos de 2002, demuestran que no se ha aprendido nada pese a que ocasionalmente el ruido del Riu-Sec, una riera de metro y medio de anchura, se llega a escuchar a un par de kilómetros de distancia.


Pero no se ha aprendido porque se ha construido de manera brutal y flagrante sobre sitios peligrosos e inundables: la autopista C58 se construye con la mayor rotonda ibérica que da acceso al polígono industrial y de centros comerciales de Sant Pau de Riu-Sec. Al lado de la localidad de Badia del Vallès... planteada como un polígono de vivienda-campo de concentración para pobres en la ideología franquista-desarrollista cuyos primeros bloques están a tocar de lecho del río, a no más de metro y medio del mismo. 

Si algún día hay una inundación similar todo el mundo sabe que será peor porque hay más impedimentos al agua. 

Los ayuntamientos han optado por construir por doquier, sin respetar ramblas, avenidas o rieras, olvidados caminos del agua que los geólogos, geógrafos y gente curiosa señalaron en mapas, o que las lluvias torrenciales o simplemente persistentes se encargan de recordar, como pasó con la cuesta que va desde la Creu de Barberà hacia Campoamor una vez que la especulación inmobiliaria cerró el paso al agua en su paso hacia la pequeña riereta hoy inexistente a simple vista que deduzco que pasaría por el patio del colegio (un clásico eso de construir colegios e institutos en zonas inundables o en terraplenes, como pasa en el lado del Ripoll: la baratura vence a la seguridad siempre) y que llega a la vía por el lado derecho de la Granja del Pas.

Nadie se ha de extrañar de la falta de construcción de la hondonada donde está el Parc Central del Vallès, puesto que aquel puente, antaño usado para coches en su tránsito hacia Badia desde Sabadell, es amplio para que quepa una cantidad de agua inmensa, de unos cinco metros de altura, y en el subsuelo va la gran cloaca que viene del centro de Sabadell. Nadie se ha de extrañar del bonito parque urbano de Sant Quirze... está justo en la riera... 

Hay que recordar lo que sucedió: 20120925: Biblioteca del Nord de Sabadell. 19h. Pasará por todas la bibliotecas de la ciudad. 




Pero hay que tener presente que la especulación inmobiliaria, tan estimada por todos los alcaldes de la comarca, no ha mejorado el panorama de una inundación. Donde antaño hubieran muerto los del turno de noche un día podría suceder con los habitantes de un barrio o con los que vuelven del trabajo. Se ha construido al límite.