20120327

Cuando dejaron la Agencia de Información

Data Estel·lar DuqueNegro Dimarts 20120327

Esta entrada del blog no va a tener apenas nada mío, que no sea un enlace a los mensajes maginotécnicos sobre Valor y...¡al Toro!. He pensado, sin embargo, que la información era lo suficientemente relevante como para darle bombo y platillo, habida cuenta de la indiscutible influencia de la maginoteca como elemento prescriptor de gustos de sus lectores. Ejem, re-ejem. Paga Patson.

Alfonso Miajilla del blog De Todo un Poco (como la seccion de TBO) se hace un pormenorizado seguimiento de las historietas cortas de Mortadelo y Filemón coetáneas a sus primeras aventuras en la TIA.

En esas historietas, Mortadelo y Filemón trabajan de detectives por libre, en su agencia de información, empresa que es una empresa de investigación privada. El dibujo sigue aproximadamente al de las historietas de entre 1966-1968, distanciado del de 1969 en adelante. ¿Nadie se ha preguntado en voz alta el porqué de esa dualidad?

Con la información de ese blog nos lo podemos suponer: las historietas de estilo antiguo mantienen al lector tradicional. Las nuevas captan un nuevo lector, tal vez uno más joven. De alguna manera, compiten entre ellas como si fueran dos series distintas.

Estas historietas de Agencia de Información se dividen en dos, sin contar los refritos en Tio Vivo: historietas cortas pero, sobretodo, cortas con voluntad de ser largas, lo que Miguel Fernández Soto, el primer gran estudioso de Mortadelo y Filemón, denomina "seriales". La estructura es de 2 páginas, subdivididas en medias páginas con letras consecutivas A, B, C y D, precedidas del número del episodio (1A, 1B, 1C, 1D, para el primero). Y es lo mismo para las historietas de Sacarino o de Pepe Gotera y Otilio. Un híbrido entre historieta corta y larga.

¿Por qué ese híbrido? Tal vez para acostumbrar poco a poco a un lector que lleva décadas con historietas de una páginas, sin continuidad, y sin continuidad alguna. Sorprende que la Editorial Bruguera, o cualquiera otra, fuera tan cuidadosa.Tengo una posible explicación: la crisis de 1965 suprime editoriales, líneas editoriales y formatos. Desaparecen los cuadernos de aventuras para 1966. La Editorial Valenciana pasa a dedicarse casi en exclusiva a sus revistas cómicas Pumby y Jaimito, en tanto que la míticaXD Editorial Maga, de Manuel Gago y familia, se pasa a los cromos. Gago abandona la historieta durante diez años. El mercado se comprime por la competencia de la televisión, de nuevos estilos de vida que no son reflejados en los tebeos pero sí en la tele de origen estadounidense... véase la eficaz explicación que da Pedro Porcel en su libro Clásicos en Jauja: La Historia del Tebeo Valenciano, de Edicions De Ponent (año 2002), en p464 y siguientes. Así pues, es mucho más sensato que nunca el mantener lectores antiguos, mientras se cultivan nuevos gustos para los mismos o para los nuevos.

Sorprende ver la ductilidad de Ibáñez para usar esos dos estilos tan distintos.

La desaparición de Gran Pulgarcito lleva a su Mortadelo y Filemón en la TIA a ser los únicos existentes. Definitivamente, Filemón ha perdido la chaqueta (la que lleva en la agencia de información, para los que no estén al quite).

Sin embargo, el estilo de dibujo deja de ser tan espectacular como en las primeras aventuras largas. De alguna manera, tenemos un nuevo híbrido entre las aventuras largas de formato francobelga y las de tipo serial. Ahora ya tenemos implantada definitivamente la separación en episodios de 4 páginas, de 6 o de 8, frente la a historieta continua de los primeros tiempos. Incluso la continuidad temática se comienza a resentir. Que alguien me diga una diferencia real entre el argumento de A la caza del caco y el de Contra el Gang del Chicharrón: progresivamente los límites se difuniman. (y no vale decir que hay divertida y otra no)

Si miramos el dibujo: Mortadelo empequeñece. Las figuras se hacen más pequeñas, más entre las historietas de los seriales y las primeras largas. Es como si viéramos que el eslabón perdido surge después de la evolución. De las páginas de grandes viñetas  y cuatro franjas, se pasa de nuevo a las de viñetas más pequeñas y de cinco franjas (y esto comienza comenzado Valor y... ¡Al Toro!).

El texto de De todo un poco es muy interesante, y va plagado de imágenes.

En latiacomforo el inevitable Señor Ogro aporta un nuevo dato, que desconociamos: el final de las historietas cortas.

Cito al Señor Ogro, y espero que no se moleste:

 Por curiosidad he indagado cuál sería el momento en que Mortadelo y Filemón pasan de la "agencia de información" a la TIA en las historietas cortas de la revista Pulgarcito. El subtítulo "agencia de información" desaparece al iniciarse los llamados "seriales", en el Pulgarcito 2042, pero en las primeras historietas de estos "seriales" aún no se menciona la TIA, sino que Mortadelo y Filemón actúan de forma autónoma. La última historieta de la "agencia de información", en mi opinión, sería la que les enfrenta a Mac "el Paquidermo", publicada en los números 2048 a 2052 de Pulgarcito (3/8/70 - 31/8/70). En la historieta de dos páginas del número 2053 (7/9/70), que es la 12ª entrega de los seriales, ya aparece el Super y se habla del cuartel general de la TIA, cerrándose de esta forma definitivamente la etapa anterior.

 La coexistencia de los agentes de la TIA (en el Gran Pulgarcito) y los detectives privados independientes (en el Pulgarcito) duraría, por tanto, desde el 27/1/69 hasta el 31/8/70.

 Curiosamente, el 31/8/70 se cancela la revista Gran Pulgarcito, interrumpiéndose la publicación de El caso del bacalao durante unos meses, hasta que nace la revista Mortadelo en noviembre de ese mismo año. Es decir, que las historietas con el Super y la TIA en la revista Pulgarcito empiezan a aparecer exactamente cuando desaparece la revista Gran Pulgarcito.

Añade:
 desde septiembre de 1970 ya no volvieron a retroceder a agencia de información, a no ser en historietas antiguas reeditadas
En Gran Pulgarcito aparecen historietas cortas de una página, de las que yo apenas conocía alguna. Estoy de acuerdo con él en que son el precedente de las portadas de la revista Mortadelo. Más aún, pienso que estamos ante la trampa que le pusieron a Casanyes una decena de años después: si quieres publicar con tu nombre, tienes que hacer tanticuantísimas páginas. Ibáñez se plegó a ello: doble ración de Mortadelos en versión antigua y moderna, portadas, nuevo tipo de portada para nueva revista, y el resto de historietas, bajo las órdenes de una editorial que realmente no entendía nada. Y cuando digo editorial, me refiero a la gente que actuaban en su nombre, y que luego hemos visto honrados de mil maneras.

Además, añade el Señor Ogro, Mortadelo y Filemón son agentes de la TIA desde el inicio de la revista Super Pulgarcito, la otra revista sucesora de Gran Pulgarcito, junto a Mortadelo,


Fecha final de entrada de Mortadelo y Filemón en la TIA: 19700907, que es cuando en todas sus historietas nuevas son agentes de la TIA.

Esto necesita corearse: cucú, cucú, cucúuuu.

Añado algo que no debería perderse por los hilos de un foro; un apunte de Pablo:

Dos añitos trabajando para el Estado y para particulares. Cualquier guionista de cómics revisionista podría hacer una historieta larga ambientada en esa época

Previamente había lanzado esta idea, que coloco aquí para ser verificada, dado que este bloguero desconoce el contenido de esas revistas Gran Pulgarcito:

La desaparición de Ibáñez durante varios números. Yo aquí veo que fueron estos números en los que Ibáñez se enfadó y se puso a dibujar Valor y al toro por su cuenta. Raf y su Campeonio serían el intento de llenar el hueco mientras tanto, pero seguramente no debía de convencer igual a los lectores.
En palabras de Alfonso Miajica en su citado blog:

 ¿Qué ocurrió entre los números 34 y 42 de Gran Pulgarcito? ¿Dónde se habían metido estos nuevos Mortadelo y Filemón, flamantes agentes secretos?


Mi hipótesis maginotécnica sería la siguiente, sin embargo: si el formato es imitación del TFE, aquellas revistas no tienen continuamente a los mismos personajes, ni siquiera a los del título. Véase: Spirou o Tintín. Tal vez eso es lo que no funcionó. ¿Causas? Desde los mismos lectores que pedían mortadelos, hasta unos editories avariciosos y que acabaron creando el temible monocultivo de mortadelos: si no hay historietas largas, dibuje alguna página, hombrededios; pero si estoy trabajando en la documentación gráfica de la nueva aventura... déjese de bobadas, que Velázquez no dibujaba tebeos, digoooo historietas que aqui no se pueden decir tebeos... Sin embargo, la idea de Pablo es sugerente, y no descarto que también sucediera eso.

 De hecho, yo diría que en Guai! intentaron algo parecido, eso de ir alternando aventuras sin que necesariamente tuvieran que ir seguidas. Y tampoco les funcionó, creo yo. La máquina industrial de producir churros les podía sobre la idea de fabricar calidad cuidada.


Sin embargo, continúa un cierto misterio. Mi idea es que es prácticamente lo contrario a cómo lo explica Ibáñez. El dibujante dice que a Rafael González, el mandamás de Bruguera, le había dado por todo lo francés (así que obligaba a copiar a Franquin en Editorial Bruguera, aunque sabemos que, ya en La Risa, reivsta de Editorial Marco, Ibáñez ya había copiado a Gaston Lagaffe). Ibáñez, en la entrevista citada por Alfonso Miajilla en De Todo un Poco, duda de si la primera aventura fue o no fue El Sulfato Atómico. Por los diálogos es como si Mortadelo y Filemón ¿entraran por primera vez en la TIA? No. Sí que es la primera vez que se encuentran con el Bacterio (o tras muchos años, en el caso de Mortadelo, en  lo que puede ser un gesto de suave continuidad francobelga).

Ibáñez: en Ú, el hijo de Urich en enero de 1998, citado en
A la larga, un álbum normal y corriente tiene exactamente las mismas ventas, porque esas cosas muy bien hechas les gustan a los aficionados a la historieta, que son un uno por mil. Pero en aquel momento este hombre dijo “Vamos a hacer una cosa bonita”, y fue cuando hice lo de El sulfato. En aquel entonces también preparaba lo de Valor… ¡y al toro!. Luego ya se arregló la cosa con Bruguera, se terminó lo de El sulfato, se terminó Valor… ¡y al toro!, y otra vez eso de las viñetas tan trabajadas volvió a bajarse. De hecho, la gente se quejaba de que antes dábamos seis tiras por página y ahora dábamos cuatro, así que yo dije: “Mira, que no sea ni una cosa ni la otra, vamos a hacer cinco, que también queda muy bonito, muy presentable, que a todo el mundo le gustará, casi no se dará cuenta de que hemos rebajado una, y todos tan contentos”.
Si es por ponerse farruco, Ibáñez puede tener razón, que El Sulfato no fuera la primera: la primera historieta incluso pudo ser la de Valor... ¡y al toro! porque allí no se cita al Super, no aparece en escena y sólo se menciona la TIA una vez en la primera página mediante un magnetófono.... sólo en las dos últimas páginas tenemos aparición del Super... y sólo en la última página aparece el Bacterio. Es posible que el final de la historieta pudiera haber sido diferente, si el guión hubiera estado acabado en su momento. A lo sumo, y por aquello de la continuidad francobelga, tal vez, si el Bacterio hubiera aparecido lo habría hecho en el modo de las primeras páginas de El Sulfato Atómico, presentado por Mortadelo como el que le arregló el problema con el cabello. Si es por fabular, un final de los años 80 o 90 hubiera podido ser con Mortadelo y Filemón atrayendo una manada de toros en estampida hacia la sede de la TIA.

¿Fueron estas páginas las primeras? Entonces, Ibáñez habría asumido el dibujo y guión francobelga, lo habría presentado en Bruguera. Rafael González le habría dicho que nanay. Habría dejado páginas preparadas que serían los seriales. Se habría ido a Bélgica, o a Bardon Art o a Selecciones Ilustradas, empresas que captaban dibujantes (todos los antiguos dibujantes de cuadernos de aventuras que ya no existían y que dibujaban para el mercado inglés, Raf, Schmidit, Enrich, qué se yo), y les habría presentado las páginas con interés por ser publicadas para la revista Spirou, cuyo contenido conocía desde hacía años (desde La Risa, según el enlace anteriormente citado)... y en can Bruguera se lo habrían repensado, habría visto los resultados de la encuesta y habrían dicho que aceptaban la propuesta de Ibáñez de hacer una revista estilo francobelga, como había otras en el mercado (Strong, etc.), por afán monopolista de la editorial. Y la maqueta está bien. El modelo lo tenemos no tan distante en la revista Guai!, a la que yo veo como una reelaboración de Gran Pulgarcito. Y Guai! es una producción de Ibáñez y Ana Maria Palé, en un formato que Bruguera no había conseguido fabricar. Así pues, Ibáñez dice que los tebeos no son para los museos, que el dibujo tiene que ser ágil y rápido y no barroco, pero él lo hace barroco, que no son para los museos, que Velázquez no hacía tebeos... y que no es necesario que las historietas sean tan detalladas como las francobelgas. Sin embargo, en 1969-1970 presenta un proyecto netamente francobelga, detallista, documentado gráficamente para se publicado "en otros mercados" (Bardon Art, Selecciones Ilustradas, mercado exterior o extranjero, ¿revista Spirou?), y luego publica un par de aventuras con ese formato en una revista pensada con ese formato (cuya idea sería una manía de Rafael González, aunque también hemos leído la versión de que fue Ibañez el que insistía que se podían hacer cosas nuevas, e incluso exportarlas)... y en los años 80, en otra editorial como era Grijalbo, Ibáñez vuelve a estar en un proyecto detallista, cuidado y con un 50% de producción francobelga y el otro 50% con autores españoles que intentan hacer un dibujo y guión más elaborado (que lo consiguieran o no es otro cantar). Y ahí ya no estaba Rafael González: de hecho sólo lo estuvo en Gran Pulgarcito y NO en un Ibáñez que quería vender historietas francobelguimorfas a una editorial que no era Bruguera.

Hipótesis: aun sabiendo que el sistema de revista europea está destinado al fracaso, Rafael González o el decisor correpondiente, decide arriesgarse, traer de regreso a Ibáñez, pagarle como el primer imán de lectores que es, y montar una revista que, de hecho NO es francobelga, que sólo parece europea a ratos, y que dura poco, para luego conseguir meter a Ibáñez otra vez en los raíles de la industria brugueril: en historietas de cinco franjas, ya no de seis, pero es que ya existe Vértice con grandes páginas de pocas viñetas Marvel de dibujos espectaculares, el desarrollismo está en su fase álgida, ya no hay problemas de escasez de papel como materia prima... se puede malgastar algo de papel, por así decirlo. Pero los personajes volverán a ser semanales siempre, sin ausencias, no como en el modelo del Territorio Francófono Europeo.

Bruguera funciona exactamente com un reflejo de la mentalidad empresarial, social y cultural española. Y sus errores reflejan a la España incapaz de avanzar hacia el futuro más que en las formas y no en los contenidos.

2 comentaris:

Señor Ogro ha dit...

Gracias por tu mención, Magin, y por redactar este resumen. Me parece muy interesante lo que comentas de la revista Guai! como lejana sucesora del modelo de Gran Pulgarcito: grandes figuras de la BD franco-belga junto con las estrellas de la escuela Bruguera. Lástima que lo que empezó tan bien acabara decayendo tan pronto.

Chespiro ha dit...

Muy interesante tu teoría de que Valor y al Toro...pudo ser la primera larga. Lo suyo sería tomarse unas cañitas con Ibáñez y preguntárselo francamente (y que contestara, claro).