20110914

El 11-S y los tebeos

Data Estel·lar catacrática Dimecres 20110914

El 20010911 estaba leyendo en el balcón, y una vecina dijo que "los palestinos estaban atacando Nueva York". Efectivamente, una imagen repetida incesantemente en la tele daba la sensación de que estaban arrasando la ciudad. Sólo fue con dos bloques de pisos y, en otro lugar, con parte del Pentágono (edificio militar). En ese mismo momento las cadenas televisivas españolas ya nos habían comenzado a estafar: lo que era un atentado terrorista parecía más que cualquier cosa que hubiera pasado y pasara antes y después en el planeta. Que si los bomberos lloraban... demonios, si los bomberos turcos llorasen cada vez que tienen un terremoto con miles de víctimas y localidades afectadas... Al día siguiente, en un tren, escuché a dos mozalbetes que canturreaban :" ¿qué horas son...en Nueva York?"

He leído sobre el comic y el 11-S en el ADN, y también en El Mundo (vía La Cárcel de Papel)

... por cierto, mucho mejor la edición en papel que la digital.

Desde mi punto de vista, el análisis es superficial o incompleto,  o incluso lo es la descripción (que es como menos que el análisis, según una gente muy lista que trabaja en la universidad).

Se basan de una manera directísima en la imagen gráfica de las Torres Gemelas, y en la tragedia magnificada por los medios de comunicación... 

Pero se olvidan de cómo el comic sirve de herramienta, otra vez más, a la confrontación de la opinión pública. Lo hace Straczynski en Spiderman con un discurso ambiguo de donde yo acabo entendiendo que es de verdad el "conservadurismo compasivo": es decir, lo hemos hecho mal pero os vamos a pegar una paliza que no os vais a levantar de una silla nunca más. Osea, venganza, crueldad, y autocompasión (aunque se diga lo contrario). Anticipó exactamente lo que iba a suceder pocos meses después con el Bush II de toga imperial (Presidencia, Congreso y Senado y con una coalición internacional de colonias -España, Polonia, etc- para dominar el gas natural, el petróleo y la droga de medio mundo). 

Pero eso fue en caliente... más relevante fue, generalmente en el ámbito de los superhéroes, que es lo que suele llegar en papel a España en cuanto a comic estadounidense, en relación con el 11-S... el cambio de postura de los superhéroes, las sagas complejas, pero fáciles de seguir, los macro-crossovers que implican continuamente coaliciones inmensas y amenazas globales. 

La globalización admitida como tema continuo, casi necesario.
La aparición de una visión multicultural, o al menos, que los españoles ya no salen con sombreros mexicanos, sino que se ha hecho un gran esfuerzo por hacer hablar a los personajes con sus idiomas o sus alfabetos, sus vestimentas lo más aproximadas a la realidad social y cultural, etc. 

Y el contexto general, que no seré precisamente el primero que lo destaque, de subtramas por el control político de los Estados Unidos, los líderes carismáticos (Presidente Luthor, Anthony Stark, Norman Osborn), en los cuales su superbondad no queda clara, y sus planteamientos llevan a conflictos entre los aliados (Civil War, etc.). Guiones que remiten a amenazas que merecen ser aplastadas sin piedad , sean de origen extraterrestre (Uncle Sam and The Freedom Fighters: Brave New World) o de países del Sur, pobres o empobrecidos (The Ultimates). El hiperliderezgo entraña riesgos claros para su propia población y se nota la presencia de un poder absoluto, en varios ya corrupto en origen.

La propia visión múltiple de un conflicto por parte de los actores implicados que podemos ver en los tebeos de superhéroes, los cuales, por sus acciones, pensamientos, vidas privadas o porque los vemos en las viñetas, desmienten el contenido de la línea informativa oficialista de los medios de comunicación. 

La Iniciativa, Siege, Civil War o World War Hulk o The Ultimates... pienso que obedecen a la nueva misión/visión que tienen los superhéroes (o sus guionistas y editores) en el mundo post-11S.

Las actitudes que vemos en JSA: The Return of Hawkman y similares, cuyos copyright son de 1999, 2000 y 2001, son ambivalentes, puesto que vemos desde un exacerbamiento de una actitud de brutalidad policial y asesina ya vista en superhéroes desde los años 80 (The West Coast Avengers), con la excusa tópica de que "ahora el mundo es peor, más oscuro, más duro"... no es como antaño, cuando los padres perseguían a los hijos correa en mano lanzando el lado de la hebilla y todo es culpa de esos perniciosos dibujos japoneses que son todos tan violentos y no como Heidi y Marco
Fue publicado en Marzo de 2001... Y nótese la diferencia: todo puede ser destruido excepto los símbolos. En una New York con apariencia de destruida (en realidad, unas montañas de otra dimensión y tal), lo que queda perceptiblemente en pie son las Torres Gemelas (Twin Towers), es decir, los símbolos tanto de los Estados Unidos de América, como del Capitalismo Financiero monopolista, como es símbolo de la desregulación financiera o de una forma de comprender la ingeniería y la arquitectura creada en Estados Unidos.


Es precisamente lo que medio año después desapareció. No es que King Kong trepe por el Empire State, sino que lo va destrozando y pulverizando a su paso. El Planeta de Los Simios, película de los años 60 volvía a mostrar el símbolo, enterrado bajo los sedimentos de siglos pero no destruido: la Estatua de la Libertad. No: habrá sido convertida en piezas de un embalse.


Después del 20110911 está claro que los símbolos pueden desaparecer, ser destruidos o incluso aviesamente modificados. De todo esto tratan los tebeos de superhéroes desde entonces.

Y eso les marca, y deciden aprovecharlo creativamente. Los símbolos pueden ser destruidos y alterados, pero también pueden permanecer como intangibles. Las Torres proyectan más luz y sombra ahora que cuando existían... en cuanto a los asesinados... sólo eran trabajadores, de la limpieza, inmigrantes colombianas, pakistanís... no afectaron realmente a las bases financieras... así que se les llora una miaja y poco más. Lo importante es la bola que se forme alrededor.

Por eso, uno se puede acercar a Siege, ver que manda Norman Osborn sobre los superhéroes, que necesitan un carnet, y que el tío, sin superpoderes reales, se opone a un tipo megapoderoso al que controla mediante chantaje, y le amenaza diciéndole que sabe qué superhéroes le pueden matar... Y un lector como yo ve que eso, tan distinto de La Saga del Duende Verde de Spiderman, sigue siendo Marvel. Los superhéroes, como personajes icónicos y como símbolos, cambian de traje, cambian de aspecto, de cuerpo, de mente, son suplantados una y otra vez, y sus objetivos y metas loables reconvertidas... y sigue siendo lo mismo. Sigue funcionando (a mí me funciona).

Por eso los superhéroes ven destrozada su vida en programas de tele-cotilleo en Uncle Sam and the Freedom Fighters: Brave New World.

No es sólo que maten más rápido, como el Cucal, cosa que antes no hacían... pero que ya comenzaron a plantearse seriamente los superhéroes durante los años de Reagan (localicen aquel documental sobre cómo Reagan llevaba lanzando mensajes propagandísticos salvajes desde los años 50 y cómo consigue aglutinar a la Derecha y llevarla hacia la ultraderecha, junto a los telepredicadores, sacándolos del consenso de Bretton Woods a ellos y a todos los países en los que pegaron golpes de Estados y cosas así). Veneno, Matanza... la decadencia de Batman. No es que sea más realista que asesinen o que hieran de gravedad, sino que formaba parte del convencimiento de que la mano dura era lo que se necesitaba, y no al Halcón y sus tonterías del Trabajo Social en Harlem. Del convencimiento al lector y a la opinión pública (por más que ésta pudiera ser poca). Que la gente aceptara la extensión de la pena de muerte en varios Estados que la habían eliminado. Supongo que, fuera de los tebeos, esto se daría en otros ámbitos. Pero es posible que con el cine fuera casi suficiente.

Con todo, los tebeos de superhéroes mantienen un espíritu crítico, poliédrico, superior. No sé si es por habilidad de los guionistas y editores, ni si esa habilidad procede del querer otorgar diferentes lecturas sobre lo mismo, o son para aprovechar la existencia de varios personajes. Autocrítica sobre sus personajes: "es que Batman es tan psicópata como el Joker" te pueden llegar a decir... algo impensable en otro medio que no sea la historieta gráfica.

Por lo mismo, podemos tomar Secret Invasion y ver que muchos no son quienes parecen, y los que lo parecen no son como eran... Los terroristas viven entre nosotros, o eso interesa hacer creer. "No molestaba ni hacía ruido.Parecía buena persona, saludaba siempre, me ayudaba a tirar del carrito de la compra"... patapam: detenido en aplicación de la ley antiterrorista. Se parecen pero no lo son. Quieren cambiarlo todo. Matar a todos... Y tanto en la versión Ultimate como en la Marvel tradicional... los extraterrestres han de ser suprimidos... y sigue pareciendo "muy Marvel".

Y he citado más a Marvel que a DC porque lo conozco más, aunque menos que el lector habitual...

Y no lo he dicho todo pero otro día será. O que lo diga Rita.

Bendisione y 'nasnoshe.

1 comentari:

maginelmago ha dit...

En el nombre del Capitán Helecho: a qué extremos ha llegado Blogger par que el comentario de un lector me lo tenga que copipegar yo mismo.

Capitán Helecho: Un cómic que resulta bastante sintomático de su época es el reseteo que realizaron a la colección del Capitán América John Ney Rieber y John Cassaday en 2002 y que, creo, inicia el volumen 4 de la cabecera. Este cómic aborda directamente los efectos de la caída de las Torres Gemelas. No podía ser de otra manera, representando lo que representa el personaje. A mi entender quiere ser un intento de dar una respuesta ideológica al ataque desde una posición (entiendo yo) próxima a la órbita demócrata: el Capi intenta mantener la cabeza fría (por ejemplo, evita el linchamiento de un inmigrante de aspecto árabe a manos de una turba de estadounidenses blancos) pero no renuncia a un endurecimiento de su postura contra lo que considera ataques externos. El guionista pone al personaje en una disyuntiva cuando el Capitán debe repeler un segundo atentado terrorista. Un comando secuestra toda una población de una típica villa del medio-oeste americano y la siembra de una red de minas. Un equipo periodístico que estaba en el pueblo va retransmitiendo todo el suceso (otra consecuencia del 11-S: la tragedia en directo) Al final, el jefe del comando terrorista, cuando se ve perdido, fuerza al Capitán a que lo mate ante las cámaras, en un intento de victimizarse y ganarle la batalla propagandística. El Capitán se quita la máscara ante los reporteros, asumiendo la responsabilidad de su acto no como símbolo viviente, sino como individuo, como Steve Rogers. Lo curioso es que el resto del arco argumental (son seis números, esta parte dura tres) se dedica a seguirle la pista a las minas que habían empleado los terroristas, que si no recuerdo mal habían sido fabricadas por Shield y habían llegado a manos de los terroristas a través de un traficante de armas que, o bien era una antiguo nazi, o bien un agente ex-soviético. El caso es que la lectura del cómic conducía al lector a pensar que a los Estados Unidos su oscura política exterior a veces se les vuelve contra ellos para, al final, armar de legitimidad moral al Capitán América y concluir que, al fin y al cabo, ellos tienen un sueño y son exportadores de democracia.
Bastantes números más tarde, por cierto, el Capitán América cumple una misón en Guantánamo, investigando el encarcelamiento de inocentes en la base. Éste no lo he leído, pero recuerdo noticias de la época haciéndose eco del hecho y destacando que el cómic acometía el asunto desde una óptica crítica... Supongo que todo lo crítica que puede ser una obra comercial publicada por una empresa multinacional. En fin te adjunto un enlace:

http://www.elpais.com/articulo/ultima/Mision/Guantanamo/Capitan/America/elpepiult/20040207elpepiult_1/Tes